La ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, expresó desde Santiago que “con este gesto, atesoramos su legado como un patrimonio que permanecerá en la región, así como en todos aquellos que abrazamos un mundo más justo y cariñoso”.
“Muchas veces quiso regresar y no se lo permitieron” dijo Margarita Vargas, mujer Kawésqar y familiar del destacado activista de los derechos humanos e indígenas y Tesoro Humano de ONU, quien repatrió sus restos desde la ciudad de Nueva York.
“¡Quexazo!” Con la exclamación de esta palabra, pronunciada por sus familiares, y cuyo significado es abrazo en lengua Kawésqar, se inició la ceremonia de restitución de los restos cremados del fallecido vocero y activista internacional de los Derechos Humanos Indígenas, Carlos Edén Maidel, en aguas del Estrecho de Magallanes
“Muchas veces quiso regresar y no se lo permitieron” dijo Margarita Vargas, mujer Kawésqar y familiar de Edén quien repatrió sus restos, tras aceptar cumplir su última voluntad justo antes de fallecer a los 80 años en Nueva York, Estados Unidos, tras casi medio siglo de exilio por la dictadura cívico militar y lejos de su tierra ancestral.
Margarita Vargas agradeció que, desde entonces, el Ministerio de Bienes Nacionales “haya querido ser parte de esta historia, acompañándonos en estos meses y también materializando uno de los tantos trabajos de Peteyem: la restitución de territorios a comunidades indígenas, a la que estamos aportando arduamente para avanzar en esta materia”.
Sus palabras aluden a que en su calidad de presidenta de la Comunidad Kawésqar “Jetarkte”, convive junto a otras cuatro comunidades en el sector de Río San Juan, a unos sesenta kilómetros de la ciudad de Punta Arenas.
Previo al momento de arrojar las cenizas al mar intervinieron principalmente los familiares, el dirigente de los Derechos Humanos, Sergio Reyes Soto y de manera muy emotiva, Celina Llan Llan, artesana y líder de la comunidad Ekcewe Lejes Woes, quien agradeció la oportunidad de estar presente “y despedir a un hermano que llegó de tan lejos y que eligió volver de esta manera a su tierra”. Llan Llan entregó a la familia una canoa pequeña preparada para la ocasión, la que navegó finalmente junto a las cenizas de Carlos Edén”.
Francisco Arrollo Meidel, un hombre de avanzada edad a quien las comunidades llaman cariñosamente “abuelo”, dijo que “este momento sobre las aguas me hace estar tranquilo y procurando no pensar en nada”. Fue primo hermano de Carlos Edén, y abandonó a temprana edad esa apartada localidad junto a su madre y hermanos. Dice que conoció a Peteyem, pero “no pude volver a verlo porque le negaron su retorno varias veces. Y esta fue la única manera de reencontrarme con él”.
Se cierra un proceso
“Desde marzo iniciamos este viaje, dice el Seremi de Bienes Nacionales, Sergio Reyes Tapia, y hoy llegamos a este punto con una ceremonia especial, en un lugar singular e histórico como lo es la Casa de los Intendentes y sede de la Delegación Presidencial Regional. Con el apoyo de la Armada de Chile pudimos llevar estos restos a las aguas donde Carlos Edén pidió descansar. Por eso, hemos cerrado el circulo y el proceso, una etapa importante para nuestros pueblos originarios, desde Magallanes, para el país y su gente”.
En tanto, para el Delegado Presidencial, José Ruiz, “el acento está puesto en que Carlos Edén fuese un incansable defensor de la cultura de su pueblo. Por eso este reencuentro con su patria ancestral es muy emotiva en varios aspectos y nos invita a respetar nuestra diversidad cultural y valorar la lucha por la justicia y la dignidad”.
La Ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval acompañó la ocasión desde Santiago y expresó que “antes de fallecer en Nueva York a los 80 años, Carlos Edén, el activista kawésqar por los derechos humanos indígenas que fue reconocido por la ONU como Tesoro humano vivo de la humanidad, pidió un deseo: que sus cenizas fueran esparcidas en las aguas más australes de Chile porque estas le recordaban sus primeros años. Hoy cumplimos ese deseo póstumo junto a su familia, la delegación presidencial y el seremi de Bienes Nacionales en Magallanes. Con este gesto, atesoramos su legado como un patrimonio que permanecerá en la región, así como en todos aquellos que abrazamos un mundo más justo y cariñoso”.
Carlos Edén nació en Jetarkte, Puerto Edén, en 1921, con el nombre de Peteyem y perdió a sus Padres a los 5 años de edad. Fue adoptado por el matrimonio de Carlos Gaymer y Raquel Verdugo, con quienes dejó Puerto Edén en 1950. Tras el Golpe de Estado de 1973 dejó Chile, radicándose como refugiado político en Estados Unidos, participando una veintena de veces en el Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas desde el año 2000 al 2019. Fue defensor del Convenio 169 que señala que los pueblos indígenas y tribales deberán gozar plenamente de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación.
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