¿Qué sucedió el 26 de Febrero de 1984, en la Ciudad de Punta Arenas? Hay varias versiones. Distintos puntos de vista y un solo hecho: el repudio general hacia Pinochet durante un acto militar. Un acontecimiento sin precedentes en Chile que tuvo lugar en Punta Arenas, en el extremo austral, una de las zonas más militarizadas del país. Ese domingo al mediodía, la Plaza Muñoz Gamero se preparaba para rendir honores militares cuando un grupo de personas comenzó a rechiflar y a corear con fuerza consignas: “¡Y va a caer…! ¡Asesino…”. El rostro de Pinochet tallado por la seriedad y la determinación, reflejaba la ira mientras resistía los insultos que llovían a su alrededor. Su mirada intensa y fija en los manifestantes, rebotaba dura hacia el anfitrión e Intendente de la época, general de ejército Guillermo Toro Dávila.
Ese día hubo 16 detenidos, y cerca de 500 personas se refugiaron en la Catedral, en una jornada que comenzó al mediodía y finalizó pasada las 17 horas, cuando tras intensas negociaciones entre el padre Marco Buvinic y el coronel Madariaga de Carabineros se logró pactar que los manifestantes salieron en calma y sin asedio.
Ese día, Marcos Buvinic, tuvo que defender a los fieles que ingresaron a refugiarse a la Catedral. La orden del obispo era: “Tienes que hacer valer lo que significan los derechos y que de la iglesia no se saca nunca gente detenida”, y se lo dijo desde Europa a Buvinic que se armó de valor y empezó las negociaciones, en una jornada que se extendió por más de cinco horas.
“Yo destaco siempre que puedo la acción de coronel Madariaga, de Carabineros. Fue gracias a él que se logró superar esa situación, después de horas y horas en la Catedral, asediada por centenares de militares conscriptos. Cerca de las 17:30 horas recién logramos sacar a todas las personas que estaban al interior de la Catedral bajo la protección de Carabineros. Ninguno fue detenido ahí”.
Parte de lo que ocurrió al interior lo rescató la Radio Presidente Ibáñez. Fue Francisco Pérez, actual director de la emisora y en ese entonces radio controlador. “Me conecté a la caja de control que teníamos en la iglesia, llamé a la radio y logré una conexión que pasó a ser histórica. Desde ahí también a radio Chilena y salió en todo el país, y en muchas partes del mundo”, recuerda “Pancho” Pérez. Recuerda que al interior la gente cantaba y quien lideraba la música era Juan Tabilo. En tanto en los estudios de la radios estaba Juan Miranda y reporteando en la calle, el periodista Mario Romero.
“Sabes cómo se gestó el Puntarenazo”, pregunta Buvinic. Y él mismo responde:
“Algo de lo que poco se habla fue del proceso previo al Puntarenazo, porque no era cuestión de llegar y pararse allí en una plaza y efectuar una protesta, hubo un proceso previo que fueron los Cabildos Ciudadanos realizados en las distintas parroquias y a través de los Cabildos es que se fue preparando, creando conciencia, creando también las decisiones y las convicciones para hacerlo. No fue una acción espontánea, sino que una decisión de valor y conciencia. Había convicción en la gente que estaba detrás”.
Contexto
Antes de la llegada de Pinochet, el general de ejército Guillermo Toro Dávila, adopta una estrategia anticipada para calmar los crecientes reclamos que surgen de diversos sectores. En reuniones con representantes empresariales, gremiales y vecinales, Toro Dávila busca promover la “distensión del ambiente” para la llegada de su superior. A pesar de críticas previas, el entusiasmo de los seguidores de Guillermo Toro, especialmente en el ámbito empresarial local, se modera para adoptar una postura conciliadora y dialogante con el objetivo de expresar sus demandas al Presidente Pinochet. En este contexto, el “Frente Magallánico” y el sector económico privado logran programar entrevistas con Pinochet Ugarte durante su visita a Punta Arenas. En tanto, la población popular, y las organizaciones sociales, incluyendo las juntas de vecinos, se ven limitadas en su acción y logros. En este contexto, el “Grupo de Estudios Constitucionales de Magallanes” (conocido como el Grupo de los 24), vinculado a sectores democratacristianos, lidera de manera limitada expresiones de insatisfacción y propone la realización de “cabildos ciudadanos” en la ciudad, con el respaldo de parroquias católicas locales.
Antes del Puntarenazo se realizó el tercer Cabildo en la parroquia de Fátima. Ahí muchos dicen que se fraguó la protesta. Y el recinto en el mes de octubre del mismo año sufrió un atentado que impacto en toda la comunidad magallánica.
RECUADRO
Así La Prensa Austral consignó a los detenidos:
“Pedro Segundo Diaz Domínguez, 25, soltero, obrero; Víctor Christi Maldonado, 30 años, casado, obrero; Julio Alfredo Salas Barrientos, 22, soltero, obrero; Leonel Edgardo Sánchez Precaquista, 23, soltero, obrero; José Manuel Ruiz Vargas, 27, casado, obrero; Raúl Lizama Binton, 35, casado, obrero; José Luis Aqueveque Gajardo, 23, soltero, obrero; Waldo Antonio Lorca Mora; Carlos Mladinic, 29 años, ingeniero comercial, presidente de la Democracia Cristiana; José Leonardo Mena Barría, 25, soltero, obrero; José Ruiz de Giorgio, 37 años, casado, empleado, residente de la Federación de Trabajadores del Petróleo; Juana Navarro Robles, 29 años, casada, labores de casa; Susana Guerrero Toledo, casada, 42 años, labores de casa; Eugenio Bahamonde Pérez, 38 años, publicita de la radio Presidente Ibáñez; Iván Tenorio Ojeda Barría, 29, casado, obrero; y Enrique Haro Navarro, 25 años, soltero, obrero”.
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